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La  fractura de cadera tiene un antecedente de caída previa


El envejecimiento trae aparejado cambios y deterioro físico. falta de equilibrio, debilidad muscular, pérdida de movilidad, osteoporosis, trastornos de la marcha, déficit sensoriales, son algunas de las alteraciones producidas por el paso del tiempo.

Sin embargo es la inestabilidad, los trastornos de la marcha y las caídas lo que más preocupa a los profesionales y, aunque la mayoría de las caídas no tienen consecuencias serias, las fracturas es lo que más importa a la hora de envejecer.

La fractura de cadera en el adulto mayor es la principal causa de mortalidad relacionada con caídas, derivadas de las complicaciones producidas por el tiempo de inmovilidad posterior a la misma y de ahí nuestro interés en prevenirla.

Según varios autores la mayoría de las fracturas en personas mayores suelen darse en cadera, pelvis y muñeca y se asocia a caídas de bajo impacto. Consideran que hasta los 75 años las más frecuentes se producen en las extremidades superiores al colocar la mano y que por encima de esta edad, se dan en los miembros inferiores al perder el reflejo de apoyo y las reacciones de equilibrio.

Según los especialistas:

”… la caída y el riesgo a caerse nuevamente aumenta con la edad…”

“…2/3 partes de los adultos mayores de 65 años que se

caen sufrirán una nueva caída en los siguientes 6 meses…”

Se estima que sólo el 1% de las caídas en el adulto mayor producen fractura; sin embargo, en el 90% de las fracturas encontramos el antecedente de caída previa.

Para ellos el registro en la historia clínica de antecedentes de caída se considera un factor predictor de fractura de cadera en el futuro.

Solemos echarle la culpa a la osteoporosis, al envejecimiento, pero las causas son muchas más. Una dieta pobre en proteínas que junto a la falta de ejercicio se asocia a atrofia muscular. La polifarmacia o el exceso de medicación también suele provocar caídas, los expertos hablan sobre como efectos adversos como mareos, somnolencia se relacionan con la inestabilidad. La incontinencia, por lo general nocturna, que padecen algunas de estos pacientes y por último, las relacionadas al entorno o el medioambiente como escaleras sin pasamanos, alfombras en la casa, falta de iluminación en el hogar. pisos rebaladizos, ausencia de barras en la ducha, calzado inadecuado, veredas en mal estado, etc. Estos son algunos de los tantos factores de riego que deberíamos controlar.

Muchas caídas pueden evitarse, muchas fracturas pueden evitarse.

La actividad física es fundamental durante toda la vida.

Un programa de ejercicios físicos controlado,

de intensidad leve a moderada

adaptado a cada persona 2 a 3 veces por semana

junto a una adecuada rehabilitación de la marcha y el equilibrio,

son las estrategias indicadas para un envejecimiento saludable.

Frente a los cambios fisiológicos del paso del tiempo, debemos prevenir.

Consultanos.


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