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Computadora: dolores de la espalda, hombros y cuello.


Los problemas con la espalda son una queja común que surge en quienes hacen uso prolongado de terminales de computadora. La mala postura por largos períodos de tiempo, áreas de trabajo mal diseñadas, sillas inadecuadas y actividades extensas sin descansos son situaciones que pueden contribuir, en alguna medida, a dolores de la espalda, los hombros y el cuello.

Postura

Aunque los propios hábitos de trabajo y estudio pueden contribuir a los dolores en la espalda y los hombros, el utilizar una buena postura no es sólo cuestión de encontrar la posición "cómoda" de sentarse. Incluso las "malas" posturas (los pies en los travesaños de sillas, el repantigarse- sentarse en forma extendida en un asiento-, torcer el cuerpo en posiciones no acostumbradas) pueden sentirse cómodas si uno permanece en ellas por períodos largos de tiempo.

Los especialistas recomiendan los siguientes cambios en el comportamiento y entorno de trabajo para evitar dolores en la espalda, el cuello y los hombros:

- Cambiar la posición del cuerpo periódicamente durante el día. - Utilizar un soporte para los documentos para reducir la necesidad de torcer el cuello o doblarse hacia adelante al utilizar un documento fuente. - Colocar el teclado directamente en frente de uno y aproximadamente a la altura de los codos. Si no es posible con el teclado encima de la superficie de trabajo, utilizar una bandeja de teclado de altura ajustable. - Cambiar el arreglo del área de trabajo para evitar doblarse y encorvarse demasiado. - Tratar de relajarse, muchas lesiones y dolores son resultado de tensar continuamente los músculos del cuello y los hombros mientras se trabaja. - Hacer más ejercicio.

El asiento

Una buena silla puede ayudar significativamente a reducir el riesgo de dolores o lesiones en la parte inferior de la espalda. Al seleccionar una silla para trabajar, tratar de elegir una silla que tenga todas o casi todas las siguientes características: · Apoyo lumbar; · Un ángulo entre el respaldar y la silla que permita sentarse sin inclinarse hacia adelante de manera incómoda; · Brazos; · Un respaldar algo inclinado; · Apoyo para una variedad de posturas, por medio de la ajustabilidad. · Una altura ajustable; · Bordes redondos y suaves; · Un tamaño adecuado y · Un respaldar o reposacabeza alto para cuando haya que reclinarse mucho. Si los pies no tocan el piso, pensar en utilizar un descansa pies. Además, si se tiene una silla vieja sin apoyo lumbar, tratar de utilizar una almohada pequeña para aliviar la presión en la parte inferior de la espalda. No utilizar una almohada demasiado grande, ya que puede obligar a inclinarse hacia adelante demasiado, haciendo que el esfuerzo sea aún mayor.

Para evitar lesiones en la espalda, el cuello y los hombros hay que minimizar los esfuerzos prolongados. Las siguientes sugerencias pueden ayudar:

Tanto para adultos como para niños y jóvenes, tener presente que: Mientras se está estudiando o trabajando se deben tomar recesos cortos que impliquen ejercicio activo (caminar, estirarse); a menudo son los más efectivos para aliviar la tensión en la espalda, el cuello y los hombros.


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