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EL TENDÓN DE AQUILES: Uno de los puntos débiles del corredor


REHABILITACIÓN Y PREVENCIÓN Correr suma cada vez más adeptos y quienes están en este tema aseguran que el running se convirtió en la segunda actividad deportiva mas practicada. El tendón de Aquiles es una zona particularmente sensible en la anatomía del corredor, es su punto débil, el requerimiento constante de flexión dorsal y plantar durante la carrera lo hacen susceptible a lesiones. La tendinopatía de Aquiles es la tercera lesión más frecuente entre los corredores, con una incidencia en torno al 12 o 13 % entre todas las que sufren los practicantes de este deporte. En los corredores de fondo el porcentaje aumenta (56,6 %) y se relaciona con el número de años de práctica de la carrera y habitualmente se sitúa en la porción media del tendón. Nuestro deber como profesionales no es solo trabajar sobre la lesión ya instalada, sino que la prevención forma parte fundamental de nuestra tarea.

¿QUÉ ES LA TENDINOPATÍA DE AQUILES?

La definición médica de dicha patología nos habla de un proceso degenerativo del tendón que une los músculos de la pantorrilla (Gemelos y Sóleo) con el hueso calcáneo del pie. Los tres músculos se unen formando el Tríceps Sural en el denominado tendón de Aquiles. Está constituido principalmente por una matriz extracelular, formada por agua y tenocitos y por fibras, sobre todo de colágeno. Esta composición hace que tenga un comportamiento poco elástico. No está rodeado por una auténtica vaina sinovial sino por una capa de células con abundante vascularización, denominada Paratendón . Su principal función es efectuar la flexión plantar del tobillo para favorecer el despegue del talón en la marcha, la carrera y el salto, donde el tendón puede llegar a recibir cargas equivalentes a diez veces el peso corporal.

Hasta no hace mucho tiempo, la Tendinopatía de Aquiles se consideraba un proceso inflamatorio (tendinitis), pero las actuales investigaciones han confirmado que esta alteración se caracteriza por ser un proceso degenerativo (tendinosis), que en algunos casos puede ir asociado a una inflamación del paratendón. En la Tendinosis, los mecanismos de curación se ven alterados como consecuencia de un proceso de reparación defectuosa, lo que produce una degeneración de las fibras de colágeno y alteraciones vasculares del tendón.

¿DÓNDE SE PRODUCE?

La lesión puede estar en su 1/3 medio (2 a 6 cm. de la inserción distal), esta zona es el área menos vascularizada del tendón y la que más se lesiona (Tendinopatía no insercional) o en su inserción mas distal en el calcáneo (Tendinopatía insercional).

¿QUÉ ES LO QUE PASA EN EL TENDÓN?

Ante una agresión que lesiona el tendón, este reacciona con una respuesta vascular y fibroblástica que trata de reparar el daño. Estudios histopatológicos detectan alteraciones en su estructura interna: aumento de fibroblastos, abundante colágeno desorganizado, neovascularización, sin presencia de células inflamatorias.

¿CUÁL ES LA CAUSA, POR QUÉ SE PRODUCE?

Las causas de aparición de la Tendinopatía de Aquiles son diversas: falta de entrenamiento, microtraumatismos repetidos, inadecuada entrada en calor, fatiga y falta de recuperación, mal apoyo(sobrepronación o supinación), calzado inadecuado y el tipo de suelo. El sobrepeso, que aumenta exponencialmente la carga en el tendón, las alteraciones morfológicas de los miembros inferiores, los desbalances musculares y la pérdida de flexibilidad, por retracción de la cadenas musculares debido a largas horas de entrenamiento con malos sistemas de elongación general, suelen ser las principales causas que desencadenan la lesión.Todas estas causas hacen que el tendón se vea sometido a fuerzas de tensión que superan su extensibilidad fisiológica produciéndose daños tisulares.

En estudios recientes realizados a corredores con Tendinopatía de Aquiles se observo alteraciones de la cinemática de la rodilla y disminución de la actividad de los músculos tibial anterior, recto femoral y glúteo medio durante la carrera. Se sabe que los corredores que se inician a edades avanzadas tienen más riesgo de sufrir tendinopatías, la razón es que la calidad del tejido colágeno es más precaria, el tendón es menos elástico y resistente, y los mecanismos de curación o reparación están alterados. Habitualmente se da más en el sexo masculino que en el femenino (en una relación 3 a 1).

¿CÓMO EMPIEZA, CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?

Generalmente los cambios degenerativos del tendón suelen aparecer antes que la sintomatología, muchas veces el deportista puede observar como su tendón aparece más engrosado de lo normal. El dolor en esta etapa suele ser esporádico, de aparición repentina tras un entrenamiento intenso ,que desaparece con la entrada en calor y vuelve después en frío, pero a medida que el tendón es sometido a las mismas cargas y volúmenes de entrenamiento, el dolor se instaura en forma progresiva siendo cada vez mas intenso e invalidante. Es frecuente observar la presencia de rigidez matinal e hinchazón en la zona del tendón. En situaciones avanzadas el deportista puede sentir dolor al caminar y al subir y bajar escaleras. Es importantísimo analizar todos los síntomas y signos no sólo para poder tratarla sino para intentar prevenir su aparición, en la mayoría de los casos los deportistas no acuden al médico ni inician la rehabilitación hasta que han pasado meses de los primeros síntomas y acuden al tratamiento cuando la lesión ya es crónica. Hay que tener en cuenta que la Tendinosis puede llevar a la ruptura parcial o total del tendón, llevando a la cirugía y a largos períodos de inactividad.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

Habitualmente el médico no necesita hacer exámenes complementarios para diagnosticarla a partir de unas preguntas y la exploración del pie puede llegar a hacerlo. En algunos casos se precisará hacer una ecografía o bien una resonancia. El abordaje temprano es primordial, pues acorta el tiempo de curación.

¿CÓMO TRABAJAMOS ESTA PATOLOGÍA?

Cuando se inicia un tratamiento de rehabilitación se debe adaptar la actividad física a la sintomatología del paciente. Sabemos, que el ejercicio actúa como instrumento de regeneración del tendón, por lo tanto solo en fases de mucho dolor se recomienda reposo de la actividad deportiva. La TECARTERAPIA, la TERAPIA MANUAL y un PLAN de REHABILITACIÓN FUNCIONAL son los pilares de nuestro tratamiento, los que nos permiten lograr un rápido alivio de la sintomatología y acelerar los tiempos de recuperación.

¿PODEMOS HACER ALGO PARA INTENTAR QUE EL COLÁGENO SE REESTRUCTURE Y MADURE HACIA UN TENDÓN NORMAL?

Finalizada la rehabilitación te aconsejamos:

  • Elegir un buen terreno para correr

  • Elegir las zapatillas adecuadas para el tipo de pie y pisada o plantillas personalizadas

  • Continuar con un buen plan de flexibilidad

  • Y seguir con un buen protocolo de ejercicios, sabiendo que el ejercicio excéntrico es la mejor alternativa para la prevención de la Tendinopatía de Aquiles

Lic. Mariana Bertolotti

Lic. Silvina Bossi Directoras de Centro Triskel Kinesiología

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