El movimiento de forma inteligente y seguro es la mejor opción.
A partir de este año, Argentina se suma a esta iniciativa mundial que tiene como objetivo concientizar a las personas sobre los factores de riesgo y síntomas comunes para la consulta temprana a un reumatólogo. Un diagnóstico y tratamiento adecuado puede evitar discapacidades y malformaciones.
Suele asociarse estas patologías a personas de edad avanzada, pero en realidad se trata de un conjunto heterogéneo de más de 200 enfermedades que pueden afectar a hombres y mujeres en las distintas etapas de sus vidas: niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores.
Las enfermedades reumáticas son enfermedades degenerativas que conllevan la disminución de la calidad de vida de los pacientes y tienen un gran impacto social y emocional tanto en ellos como en su entorno habitual.
Las más frecuentes son la Artritis Reumatoidea, Artritis Psoriásica, Artrosis, Enfermedad de Gaucher, Esclerodermia, Espondilitis Anquilosante, Fibromialgia, Gota, Lupus, Osteoporosis, Síndrome de Sjögren y Vasculitis. Estas afecciones están relacionadas con el aparato locomotor (articulaciones, huesos, músculos, tendones y ligamentos), y con sistemas u órganos tales como la piel, ojos, riñones, pulmones, corazón, sistema nervioso, entre otros.
Generalmente comienzan de manera lenta, con dolor articular leve, rigidez y fatiga. Los síntomas articulares pueden ser:
Rigidez matutina que dura más de una hora.
Dolor articular que a menudo se siente en la misma articulación en ambos lados del cuerpo.
Con el tiempo las articulaciones pueden perder su rango de movimiento y deformarse.
Algunos factores de riesgo son: la edad, ya que es más frecuente en adultos mayores. El exceso de peso, que mantiene o aumenta la sintomatología al provocar la sobrecarga en una articulación que no se encuentra en buen estado. La mala exigencia de una articulación en la actividad física y enfermedades asociadas, tales como diabetes, hipotiroidismo, etc.
Como decimos siempre el conocimiento y la atención puesta en el propio cuerpo es lo que provoca el verdadero cambio y, en estos casos, se ha demostrado que la actividad física y el aporte del método Pilates en las enfermedades reumáticas es muy beneficioso porque combate los efectos debilitantes haciendo que el líquido sinovial fluya entrando y saliendo del cartílago y así lo mantiene húmedo y nutrido. También fortifica los músculos, tendones y ligamentos incrementando la amplitud de movimiento, la capacidad de amortiguación y la flexibilidad de las articulaciones. En especial el método Pilates es recomendado en estos casos porque se basa en ejercicios que favorecen el movimiento articular, irrigando y tonificando los ligamentos a la vez de drenar la articulación. El fortalecimiento de la estructura de sostén y la flexibilización de los grupos musculares hacen que se amortigüe la carga y, por ende, alivia los dolores y mejora la movilidad de la articulación afectada. Por esto, el Pilates Terapéutico es una técnica eficaz de rehabilitación para los pacientes con estas patologías y lo ideal es combinar el trabajo en suelo con implementos y máquinas.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que en aquellas enfermedades reumáticas que cursan con procesos inflamatorios se debe respetar los periodos de brotes y remisiones para no provocar daño en las articulaciones . Desde la kinesiología no indicamos el reposo, pero sí un programa de ejercicios controlados y supervisado por un profesional.
El movimiento de forma inteligente y seguro es la mejor opción para los pacientes de enfermedades reumáticas.